
Dentro de todo el dolor y demora en el proceso de reconstrucción, el propio mandatario Alan García piso suelo cañetano al promediar las doce del mediodía del domingo 7 de octubre, con una promesa bajo el brazo que hasta hoy no se cumple.

“Hualcará será símbolo de una reconstrucción rápida”, anunciaba el diario oficial el peruano el día lunes 8 de octubre, dando cuenta de la labor presidencial desarrollada en la víspera en territorio cañetano.
La esperanza volvió a encenderse en el corazón de muchos cañetanos, más aun de los hualcarinos que soñaban con tener una vivienda digna que les arrebató el terremoto del 15 de agosto.

Completamente abandonados y muchos de ellos viviendo bajo chozas que armaron con palos y esteras que recuperaron de las derrumbadas viviendas.
Hasta hoy no se hace realidad el

A casi dos años después del terremoto, regresamos a Hualcará, y la estampa que encontramos es más desoladora; falta de servicios básicos, hacinamiento, pobreza…