
Según la policía al promediar las 08:00 horas llegaron a la municipalidad distrital los revoltosos exigiendo el pago de sus beneficios sociales por las obras de saneamiento que ejecuta el Consorcio Melchorita por encargo de la comuna.
Como se sabe, la turba irrumpió en el local edil y destrozó puertas, ventanas y mobiliario. Luego, los obreros se desplazaron hasta el domicilio del alcalde Esteban Agapito y arrojaron piedras a la ventanas y un vehículo municipal que se encontraba estacionado en el frontis.
Alrededor de las 10:00 horas la calma retornó con la llegada de los agentes del orden procedentes de las diferentes comisarías de la provincia de Cañete.
El gerente municipal Paul Cuenca informó que las obras de agua potable y alcantarillado, así como la construcción de dos lagunas de oxidación están paralizadas desde hace dos semanas por los obreros, pese a que los dirigentes se comprometieron a levantar la medida.
“Hace unos días representantes del municipio y el Consorcio se reunieron con los dirigentes de construcción civil en el Ministerio de Trabajo y se llegó a un acuerdo; sin embargo, han adoptado esta actitud violenta”, precisó el funcionario edil.