
"He demostrado con pruebas, evidencias y testigos mi inocencia. Voluntariamente vine a declarar, mostré mis teléfonos, abrí mi habitación a las autoridades, sin pensar que toda la maquinaria estaba en mi contra", dijo el profesional a la salida de la Deincri de Cañete.
Su esposa, Mary Salazar, su anciana madre Leonor Guerra y sus hermanos Percy y Ruth, estuvieron desde temprano en las afueras de la sede policial esperando el ansiado momento.
"Hace un mes perdí a mi padre, me acusaron injustamente por este crimen, no pude asistir a los funerales de mi amiga Victoria, imaginen cómo me puedo encontrar", dijo Valdez Guerra al abordar su vehículo rumbo a su hogar.
Antes de reencontrarse con su familia fue trasladado al Ministerio Público para los respectivos exámenes médicos.