
El bello animal se hallaba solo en uno de los corrales del haras Hamide cuando los delincuentes llegaron al lugar a la 1:30 a.m. Los malhechores distrajeron al personal de seguridad al dejar libres a un grupo de caballos, situación que obligó a estos últimos a perseguirlos para guardarlos.
Mientras ello sucedía, los desconocidos robaron y mataron al fino ejemplar. Sus restos fueron hallados luego a tres kilómetros del haras. Allí se evidenciaba que lo habían cortado en trozos. También se hallaron bolsas que contenían restos.
Acongojado, el propietario del ejemplar, Hiad Hamide, explicó que no era la primera vez que delincuentes ingresaban en los haras de esa zona de Cañete para matar animales y vender su carne en el mercado.
Según denunció, entre siete u ocho incursiones similares se han perpetrado en el sector tan solo en los últimos dos meses, por lo que sugirió a otros propietarios redoblar la seguridad de sus potreros. En tanto, la policía busca a los responsables.
Hiad Hamide, dueño del animal, descarta que los delincuentes hayan elegido al padrillo deliberadamente. Él considera que al hallarse solo en un corral, fue fácil robarlo. (EL COMERCIO)